La miel se encuentra entre los cinco alimentos más fraudulentos, según la Unión Europea. Para garantizar que la miel cumple con la normativa vigente, es imprescindible realizar controles y análisis rigurosos.
Evite los métodos que suelen compartirse en las redes sociales, como utilizar toallas de papel o un vaso de agua, que de ninguna manera garantizan la autenticidad de la miel. La única forma fiable de confirmar la pureza, así como el origen floral y geográfico de la miel, sigue siendo el análisis de laboratorio.
En Tierra y Oro, hemos implementado un proceso de control de tres pasos:
- La verificación de muestras antes de comprar miel de nuestros apicultores asociados.
- Un control al recibir la miel, antes del envasado.
- Un último control de la miel ya envasada.
Todos estos análisis los realiza un laboratorio especializado en análisis de miel.